©Rubén Boronat

El imperio del sol

Juegas
a ser mi sombra
Bajo mis pies
A mi costado
A mi delante
A mi detrás
Sólo la sombra mía. Mía
tan cercana
Mía tan distante
Tan necesariamente
imprescindible
que sin ti no habría luz
justificable…

1

La Gente que me gusta
Primero que todo: Me gusta la gente que tirita de pasión y compromiso, la gente consecuente cuando valora la alegría, cuando es sincera y dice con parsimonia lo que piensa. Me gusta la gente que alza la bandera del sentimiento con convicción y con bravura.
Me gusta sobre todas las cosas la ternura, porque es justa, ritual y verdadera.
Me gusta la gente con derecho, con derecho a ser gente y el deber de instalarlo en las conciencias.
Me gusta la gente que acepta sin vergüenza los errores ajenos y los propios, que lucha por la paz y la locura de ser cuerdo.
Me gusta la gente que mastica y opina, que construye y es fiel, la que se sabe un engranaje y sostiene la maquinaria produciendo.
Me gusta la gente del río limpio y del espacio no contaminado.
Me gusta la gente que se ama tan sólo por amar, lo que acepto, definitivo e imprescindible.
Me gusta la gente que cree en ella y es capaz de unir al vecindario en torno a un sentimiento colectivo.
Me gusta la gente que construye su casa y las casas que proyecta la gente para vivir la dignidad de la belleza, simplemente.
Me gusta escuchar al viejo sabio que nunca fue a la escuela y al aprendiz que nunca sale de las aulas. No me gusta la gente que se enjaula ni la que perfecciona las prisiones.
Me gusta la gente que va desnuda por la vida y mira al sol y al viento de frente, con paciencia, la que va a los abrazos y a los besos por las veredas, la que atraviesa el campo con los ojos inmensos de sorpresa y vibra ante los niños inocentes…
Me gusta la gente que me gusta y la otra, la gente que presiento. La que lucha por sostener ideas, principios de justicia social e igualdad de oportunidades.
Me gusta la gente que no guarda, que no acumula, la que gasta los besos, los saludos, las caricias, la gente que trasmite amistad para tender la mano al que le falte, que no pretende lucro ni acumula bienes, la que no es usurera ni acopia látigos ni yugos ni cadenas, la que asume la muerte como importante paso de la vida, la que sabe y defiende el derecho a una porción de tierra y el deber de tenerla al servicio de todos, limpia, útil, sin alambradas, ejércitos, cañones.
Me gusta la gente que me gusta. Me gusta porque sabe que para latir el corazón está la sangre, no para derramarse en las fronteras del hambre ni en el rigor de salvajes que trafican las armas de la guerra con pobres ideales.
Me gusta la gente sudorosa porque cada gota regada en las parcelas es una sonrisa indeleble plantada en el corazón de nuestros hijos…

2

La Casa
Cada uno sueña su casa como quiere.
La pone sobre el aire,
la siembra en la cintura de la luna o encima
de las olas o en el perfecto valle de tu vientre.
Cada uno la pinta de manera diferente,
la baña con el cielo de ternura y la acaricia
con oro dulce de la tarde.
La llena de jilgueros, de calandrias,
de gatos, perros, niños,
de música, hortensias, cardenales, tomates…
Encima del verano la edifica
con tablas de cariño compartido.
Le pone una ventana al horizonte con sus duendes,
una terraza al mar y un pájaro de cobre en el tejado.
Cada uno la salva del rigor del invierno,
le pone verjas,
faroles importados de Vulcano,
estufas de Temuco,
espejos mágicos de lagos del Neuquén.

Cada uno la mensura y la corrige.
En forma vertical la agranda según crece la prole.
Le pone un timbre eléctrico y un número
pintado en una tabla de Concordia
La cuida del mendigo que la ensucia,
del niño que le roba una gardenia,
del rico que la mira con envidia y la precia con engaño
Le pone una vertiente de agua fresca que cante
entre las rocas como pájaros
Cada uno acomoda la casa a su manera,
presume y aparenta,
construye su existencia tontamente con trapos,
pergaminos, billetes,
con vigas antisísmicas,
pisco souer, chicha nacional,
sidra, cuecas, antena satelital y pararrayos…
Quisiera construir a la medida de nuestro inmenso amor,
refugio,
con sólo la verdad de cada día y el sol compartido
sobre el prado

Quisiera nuestra casa sin puertas ni cortinas,
dulce y tibia,
en medio del camino hacia tus brazos
donde crezcan vientres con niños
que canten, sueñen, rían
y flote dulce el tiempo, limpio y claro.
(no logro recordar si leí este poema o alguno parecido en alguna parte. Cómo será conocer al dueño d la palabra que traslado…)

3

Vine a hacer el amor.
Estaba hecho. Desde los orígenes el amor estaba hecho. Desde la esencia del principio mismo, hecho, probado, precintado.
El amor estaba hecho y vine a amar, a hacer, restaurar, remecer...
Vine porque un libertario abrió la puerta y se deshizo en incontables astillas incendiarias lanzadas con certeza al centro de la sinrazón.
Estremecido en el limite cósmico de tu piel, espero, lleguen los impulsos, me rescaten…
Calvario, cruz, látigo, sangre, dolor, padecimiento
y Edén el hombre paz; plenitud, conocimiento...
Pero llega el mañana, rompe el cántaro, contamina el aljibe y es entonces el hombre: bolsillo, cofre, tesoros, caja fuerte, banco, fideicomiso, mesas de negocios, arriendos, propiedades, pozos petroleros, minas, papeleras, usinas, armas, destrucción, su majestad, la guerra… su potestad, victoria a toda costa, que financian en cuotas los vencidos…
Y hasta el final llega el principio de los tiempos, cierra el círculo la histeria de la historia. Asoma la paz del nuevo tiempo… escapan entre sombras los abyectos… pero nadie escapa de si mismo, de la carga que lleva, que lo asfixia…

4

Paz para los amigos que trenzan letras preñadas de ternura y las comparten con sabiduría
Paz para ti mujer que entre mis brazos derramas calor como crepúsculos de gracia
Paz para el territorio donde masco el vino consagrado de manos y de labios
Paz para signos, vocales, consonantes que me encuentran y suben en la sangre como virus verdes de silencio para atacar la ingenuidad de la inocencia serpenteando sobre el púlpito del encantamiento.
Paz para el viejo que inunda el territorio de la jornada con compromiso y alabanza, mientras en el corral reclaman las aves alimento y danzan las bestias cortejos y loas a la naturaleza
Paz para la ciudad de neón y marquesinas de asombro brotado de mentiras
Paz para el río Limay contaminado de espurios intereses de estiércol y ceniza…
Paz para la memoria del hermano mañoso de olvidos implantados por tantos desencuentros
Paz para el uniforme del obrero que batalla cuando atardece el pan en la alacena
Paz para la voz que entinta sellos en el alma del hombre que camina con la cabeza gacha
Paz para los muertos en guerras sin razón ni sentido como todas las guerras.
Paz para el arado que se quedó sin tierra en la faena. Para la raza que con razón y sin orejas, guerrea al invasor que sojuzgó sus bríos y en minoría alza la voz de los ancestros
Paz para el hijo inquieto que investiga la esclavitud desmochando cebollas para los señores
Paz para la izquierda, que descubrió en el centro a la derecha y se siente parte del bochorno de ser siempre lo mismo, pero más.
Paz para el cobre que se entrega, el trabajador que lo extrae y el empresario que a todos los explota, y para el petróleo que no es el combustible que moviliza la creación.
Paz para los que creen que la felicidad no es un derecho sino una obligación, porque el que es feliz no le caga la vida a los vecinos.
Paz para el secreto americanista, que fue conmigo a misa, desnudo, en “La Escuelita”
Paz para el escritor que masturba al olvido con las tripas rajadas por el hambre y pisa barro para hacer ladrillos con toda la santidad de la miseria
Paz para mi mujer que espera un hijo y para los hijos que aguardan un hermano y para los hermanos que me hicieron abuelo y para los abuelos que me llaman hijo
Paz para que te arrime un mate amargo a la cama, con cariño, para alentarte la jornada
Paz para que el olvido no pronuncie tu nombre y para que tu nombre me siga estremeciendo
Paz para la vereda que dirige mis pasos detrás de los recuerdos y para los recuerdos que distorsiono en la ternura; paz para el corazón picaflor de mis musas, paz para el pueblo donde matan al guerrillero, para el monte de los tantos calvarios, para el olivo donde crucifican al revolucionario, para el muro donde ejecutan al inocente con municiones de ironía
Paz para aquel que desea besar tus pezones, morder tus nalgas, saborear tu sexo (Yo también lo deseo)
Paz para el pequeño saltamontes que rueda la siesta en bicicleta y amonona tumbas abandonadas en el cementerio por monedas que higienizan conciencias de deudos y lo agregan al mercado
Paz para el corazón que dibujé en la almohada, para la rosa y la oveja guardada en esa caja y para la gaviota que se fugó del libro…
Paz para los amores sudacas sembrados a la orilla del camino, resueltos en la ruta, consumados bajo el puente.
Paz para el operario de la vida, para el conductor del transporte de pasajeros, paz para el locutor, el periodista, paz para el artesano y el artista. Paz para los hijos que nacerán y que nacieron, para el gremialista, el gremio, el agremiado, paz para el que suda sin alcanzar salario digno y el que lo alcanza sin sudar. Paz para el amor que aún no me alcanza, para el que ya me alcanzó y se queda siempre… Paz para todos, para la tierra unida americana, para la tierra toda, paz. Qué nunca más la sangre se derrame. Paz para la unión y la confluencia, para la navidad del nuevo tiempo, paz para el agua y para el aire. Paz para el latido que me roza la frente, que me labra canales en la piel y me enlengua húmedos paisajes…
Paz para ti, para vos, para usted, ¡Paz! Paz en el Líbano, ¡qué nunca más la sangre de los niños se derrame a nombre de la paz! la paz que te deseo sin pactos, metrallas ni cruzadas...
PAZ para todos Che,
Paz para amar desenfrenadamente, PAZ.

5

Uno de Unir y de Contar
Tal vez ya no recuerdes lo mucho que se ama, con un puñado de años y guardapolvo blanco, con las patitas flacas y el orden prefijado, con la conciencia virgen y dios garantizado. Acaso se te ahogaron los sueños de silencio y miraste el mañana envejecido y gris…
Acaso tú no sepas como rompen el pecho, desde dentro, ancestrales bosques con gemidos de cerros en amores de costas con sabores de perpetuo color.
Fuimos un par de niños asustados. Con ojos colmados de espacios florecidos corrimos los parques tomados de la mano, hasta las barricadas donde, a contraviento, escapamos de la contaminada turba de la ley…
Asombrados del zigzag de la vida, descubrimos que el amor huele a piel, aún empirulado con gases lacrimógenos y los encuentros clandestinos, fueron sueño excitante de compromiso y rebeldía.
Fuimos la mitad cada uno del tiempo de la mini, el picnic, la fiesta a la canasta, el asalto en casa de una amiga de otra amiga, el winco, la gillette, la glostora. Respirábamos tizas, borradores, campanadas, pupitres, pizarrones que decían que la matemática mentía.
Piero amaba su querido viejo y le gustaba la franela. Miriam cantaba el pata pata, Aznabour cortaba un mechón de tus cabellos y dios, pisaba tu luna antes que yo… La docta doctorada en Cordobazo y uno más uno es la suma del amor.
Uno más uno, otro, que era uno en el aula del parque donde el humo sabía a choripán y picardía.
En el gimnasio, por más vueltas que de, el tiempo se va igual; el mundo gira, terrible, necesario, único, precario.
De puro asombro, quien estiró los lienzos pasó a ser subversivo, quien levantó al volteado, terrorista y el que quedó en casa sin tomar partido se cayó del camino, se llenó de propiedades, se puso panzón, le creció la cara hasta la nuca y le llegó la mina de película en descapotable rojo, con la nueva familia y nunca más arrimó a comer jamón casero en las mañanas.
Fuimos un par de niños asustados del mundo, hirviendo en pasión, rendidos al desenfreno, al rubor
Nos regalamos: crecimiento cómplice, osada travesía por el encanto, intimidad irracional y temeraria, espera en el azul desesperado, soledad de dos (que no es tan sola), el descubrir que viene de allá el viento, que todo pasa pronto, que nada duele tanto…
Emprendimos el universo montados en escoba ajena y fuimos dos del aire como hojas de la primavera que amarillan en la trocha de la estación de otoño de los trenes sin vía.
Estuvimos un día, ¡aquel día!, para asumir los kilos de metros del kilómetro y de pronto fue ocaso y asustó la sombra de la noche sola que gritaba a la aurora:
“hay un camino con hambrientos y lobos
que ambulan juntos rutinas en el bosque”
El mundo sigue único como el ocaso. Asusta la sombra de la noche y soledad dice que los solos encuentran caminos solitarios donde guardan lágrimas, temblores grises como calabozos de comisarías, entre cafés abrumados de senderos hacia el círculo violento del mercado de sangre de Beatles y Vietnam.
Ya entonces El Che era rojo y negro y el yanqui resistido colonizador. “Liberación o Dependencia” lucía el diario del pueblo sobre su fondo de ladrillos, naranjos diagonales y calles de adoquines…
En un clásico intercursos decidió ser médico Roberto De Los Santos y Fidel ya era Dios armado por el pueblo y las comunidades convocaban al amor libre y la paz
Los milicos, en tanto, afinan golpes de fuercita que afianzan la oscura soledad de los que amaron hasta entregarlo todo.
Los tanques de Onganía ¡se cansaron! de hacer chorizos con subversivos que nada subvirtieron y fueron transfiriendo la silla del Rivadavia ilustre y después que Lannusse me dejó sin amigos llegó Videla, a nombrar derechos y humanos. ¡Cambalache! ¡Hacer campeón del mundo ciego y puto al pueblo nuestro que otra vez renuncia a mis amigos! ¡a sus huesos quebrados en patrióticos interrogatorios! ¡y sembrados! en purgatorios fríos, densos, oscuros como mares…
Entonces Inés y Oscar Ragni esgrimen pañuelos blancos y sobran cabezas para ellos y con las cápsulas servidas Los Montos, Patiño, el Erp, Santucho, El Fran, ¡los luchadores!
Y enfrente, en la vereda de las hostias venenosas, ¡malditos consignatarios del perdón venden confesiones al servicio! entregan compañeros a verdugos, cotizan indulgencias en la bolsa y algunos, aún corremos túneles y laberintos en busca del deseado amanecer mirando al este en Punta Lara, mientras cuelgo tu bikini de florcitas celestes en las ramas y me duermo en eterna soledad, que me hace gris, sin pueblo en la mirada y con toda la ausencia en los bolsillos…
Con sangre, en el camino, tu guardapolvo blanco y el vergel de mis ojos hecho río de lágrimas y ¡furia…!
Fuimos uno…
A veces hacer algo es nada por nosotros.
Uno más uno es otro y siempre uno…
Uno de unir y de contar.
La sangre está regada en los caminos,
hay asesinos libres todavía y la verdad,
que presiento,
perdura en tribunales de injusticia
como una historia más,
desconocida.

6

Una alegre nostalgia del camino reverdece a cada paso la ilusión. La plaza Roca engalanada con huellas de luchas sociales reivindicatorias y mensajes de amor, ausculta el crepúsculo de un niño que en silencio parte de sus tiernos recuerdos…
Miro caminar historias el perpetuo desconcierto de su voz. Destejo la ciudad muro por muro, hombre por hombre y devuelvo hoja por hoja al calendario que encadenó las horas al ritmo del color…
Los regresos, visitas al remanso de la vida, huelen a primavera, saben a dulzor de villancico, a vertiente cantarina de frescura y transparencia, a la palabra siempre, a melodía persistente, a danzar un lento a media luz…
Los regresos me tiritan ansiedades, labios, manos, ojos, nombres, el río Limay, los sauces despeinados, las bardas despobladas, el puente carretero en la confluencia, el Unión Vecinal, los chacareros de manos labradoras y arado de mansera, la vuelta de Turismo Carretera, las interminables corridas tras un sueño, el debate por nada mientras rodaba el mate alrededor del fuego, la vuelta en jardinera por el pueblo, el sueñito en el cine acompañando a noviar a la tía casadera, la reunión navideña y el año nuevo en familia innumerable y pequeñeces que el cofre de la urgencia, ocultó.
Regreso insistente a mis regresos. Tal vez busco nada mientras tirito en la vereda donde ensayé pasos, descubrí sirenas y en una caja de nueve líneas atesoré la rosa y el cordero. Salí a buscar el horizonte y a la vuelta del mundo donde escuché tu nombre estimulante, otra vez eras voz...
Eras voz con el viento y con la luz, el canto, la consigna, la demanda. Eras voz en las voces de la tierra que por justicia se elevan y te alcanzan… Eras voz de mis pasos, de mis manos; eras voz de mi letra, de la ausencia suicida huyendo de mi y de ti, a recluir en el ocaso…

7

Me importa lo que haces para ganar la vida...
Quiero saber que penas, que confrontas el deseo inquieto de tu espíritu…
Quiero saber que te atreves a parecer tonta por amor, por un sueño, por la aventura de estar viva
Quiero saber que llegas al centro de tu extrema tristeza, que te abrieron surcos las traiciones de la vida y allí vieron la luz tus creaciones.
Quiero saber que te sientas a departir con el dolor, el tuyo, el mío, el nuestro, que lo doblegas y lo abates.
Que puedes desatarle los cordones y bailar con la locura, en puntillas sobre el éxtasis, al límite de la genialidad
Quiero saberte capaz de defraudar a otro para ser sincera con vos misma. Que soportas la traición sin traicionarte.
Quiero saber que tienes fe, y puedo confiarte mi presente
Quiero saberte capaz de ver belleza y amar hasta el silencio, que llenas la vida de presencia, que vives el fracaso parada al borde del atardecer y gritas improperios a los castos…
No importa donde vives o cuanto tienes...
Quiero saber que te levantas después de la pena y el dolor, machucada hasta el caracú y haces lo necesario para andar
No importa cómo llegaste sino que hiciste ese camino…
Quiero saberte capaz de permanecer conmigo en el centro del fuego, sin quemarnos, evaporarnos, incinerarnos
No importa si estudiaste, ansío me compartas cuanto sabes de lo que en las amplias salas de la vida nos doctora.
Quiero saber qué te mantiene erguida cuando todo lo demás se desmorona...Quiero saberte capaz de estar a solas con vos misma y disfrutar tu compañía aunque la tarde me despinte la sonrisa.

8

Estirado canto de pájaros sobre el arcoiris, construido sobre innumerables genocidios que acallan las historias contadas por el hombre a la sombra del fuego:
te ganas los despojos de mi vida, los jirones, los últimos asombros, las hilachas que cuelgan candelabros en los pasos.
Te ganas los latidos y la sangre, ¡el corazón te ganas! el centro de la órbita, el trazo con que libero de las bestias los corrales…
Nostálgico, el corazón sumiso regado en el jardín. Gris el camino detenido al borde de un suspiro. El álamo alarga sombra tersa sobre tus pies hinchados. Por la calle del medio amanecen villancicos navideños. Se encienden con casa las guirnaldas como mariposas. El Cuchuflí, pájaro madrugador, sonriente, enciende el vecindario de cumbias y rancheras con cálida reverencia y hamacar la mano.
Partes, contrariada, con la casa en la espalda, la familia en la frente y el sol de diciembre te acaricia. El conductor recluye tu sueño bajo cinco candados.
Es ajeno diciembre, caliente y apretado, nos engañamos con regalos de basurería. Los pacos corren tras comerciantes ilegales en defensa del cristo que desangra el mercado…
El Viejito Pascuero es detenido por falta de patente en las peatonales de Santiago…

9

Metálico poeta, llegó a la edad de oro con voluntad de hierro, sin plata, a remorir sin un cobre en la entraña mineral del estirado país...
Y dibujó la curva trayectoria de la semilla hacia el caldo de tierra de la vida.
Cubierto por la manta de los ancestros, construyó sobre los restos incinerados en la pira de espinos, en la ladera que ve llegar el sol de cada día, un edificio vertical de cascotes como nuevo mirador del universo.
Nadie lo vio reír ni componer las palabras que lanzaba vehemente como peñascos ardientes a la razón de sus congéneres…
Nadie lo vio verter ríos de prosperidad sobre el territorio reseco de propuestas, ni andar sobre las aguas, ni multiplicar panes ni peces
Nadie lo vio hacer el amor en la campiña ni en la selva ni en la ciudad viscosa como ser dulcemente domesticado, ni predicar que el amor ya estaba hecho…
Nadie lo vio echar los mercaderes porque en templos de los hombres se reconoce la voracidad del fuerte como máxima virtud.
Nadie lo vio ofrendar corderos ni primogénitos ni lo oyó nombrarse pastor, ni cautivarse, ni defender las prostitutas
Imagen de extraño enviado, por padre de dudosos orígenes, a morir a manos de hombres que buscan la eternidad del perdón, cuestiona el tiempo que recorre…
Nadie culpó al padre que le ordenó ser asesinado, ni a los hombres por ejecutarlo y convertirlo en moneda de próspero mercadeo.
Soporta traumas, su descendencia; carga secuelas de persecución, detención, tortura, asesinato y desaparecimiento generación tras generación.
Amontona presagios de distintos orígenes. Presagios de infinitos amores flotan sobre la alfombra persa por acompañarlo mientras recorre la intrincada senda entre roqueríos donde estallan las olas coloridos diamantes.
Llegó a la edad de oro con voluntad de hierro, sin plata, a renacer sin un cobre... en la entraña mineral del estirado país... Y dibujó en el aire la curva trayectoria de la semilla hacia el caldo de tierra de la vida...
Agradeció los hijos, los nietos, los amigos que condecoran el pecho de metáforas y se tendió a morir de felicidad en el despertar del nuevo día...

10

Tus Ojos.
Al sol secó las alas y en una brisa marina se montó a volar.
Multicolor, quebrado curso de curiosidades buscando el horizonte de la vida, Mariposa del asombro, sonrió sobre las flores de la libertad...
Y fue el reloj: arena de la espera en Paraíso, bella caricia que hermoseo la paz...

11

Por las venas del sol, arisca,
rueda tu sangre sobre mis playas y encantado
por la danza del fuego
y el rigor de la belleza,
derrito mis pasos mercenarios
sobre la mermelada fresca y me consagro
admirador del infinito acople de astros
en conjunción sobre tu pecho salobre
que alimenta mis palomas y las envía
sobre la civilización con mensajes ardientes
de los que nacen contradictorios paraísos
subsidiados por el estado castrador
que nos somete a anárquicos amores.
Abre las puertas que la vida te llama!
¡Ven con tus lagunas a mi cuerpo que arde!
¡Me regalen tus ojos sonrisas transparentes!
¡Quédate allí!
en el preciso instante en el que estallo,
(tallo, tallo, tallo)
detenida en el cielo
(elo, elo, elo)
Acompáñame al caudaloso espiral del universo
a descubrir
donde guardan los piratas sus tesoros.

12

El Imperio Del Sol
no tiene comandante, tampoco emperadores.
Cortes con cortesanos el imperio no tiene…
No tiene ciudadanos, ni partidos políticos…
Como nadie muere en el imperio, no hay
morgues, pérgolas, cementerios ni sepultureros…
Bueno, que pudiera decirte si el imperio no tiene
castillo ni pirámide,
ni pueblo, ni cultura, ni conquistador…
El Imperio del Sol tiene un portal enorme
hacia el que todos marchan,
por el que todos pasan, aunque pocos lo ven.
El Imperio del Sol es tan grande, tan bello,
que con el ojo abierto no alcanzas a entender,
a veces tú lo buscas, otras te busca él,
mas si cierras la urgencia y sientes la pasada,
quién sabe, tal vez puedas imaginar cómo es…

13

Cuando llega noviembre florece el verano que rueda a mi encuentro y se atreve a mirarte a los ojos...
Cuando amaga el verano con parirme en tu boca, me derrito en clamores y la sangre que brota remueve los caudales en arroyos que cantan a la vida de lucha una ardiente odisea del Imperio del Sol
Ya no se cuantos ciclos de lavanda y anémona, malvones, cardenales y rosas caducaron la prisa entre cerros sin monte; pero se que la dicha de sentirte tan cerca motiva la mañana con los coros más claros brotados en el árbol, donde crece el amor...
Cuando llega noviembre y te pesa en el vientre el canto de la sangre y te crece el latido, se derriten mis manos sobre la piel de cobre y pronuncio tu nombre y en el pecho plagado de recuerdos sonríe renovada ilusión.
Qué está dura la vida, qué amenaza la crisis, qué el mundo gira gira, qué los cambios climáticos, qué el hambre nos acosa y marasmos socavan sentimientos sociales…
Nada es importante si descubro a mi lado tibia manta pincelada en candor. Si en piquero a tus ojos se lanzara mi voz y en el fondo, profundo, recupero la antorcha que tiene ardiendo el sol.
El sol sobre la tierra, el sol sobre la vida, el sol sobre la paz. El sol de Paraíso donde la calma teje un ajuar en ternura de azahares y las ventanas abren sobre maceteros donde brota la rítmica canción que se va por los senos agrestes del paisaje donde los capacheros bailan al encendido son…
Es silencio la casa. El álamo mece murmullo de fresco trovador, libra ligera calma sobre la superficie sembrada de acelgas, canela y tomates en flor
Temprano partes en busca del salario y me quedo temblando. Quisiera ser más fuerte cada vez que te marchas, qué no doliera tanto esta intensa agonía que inviertes en buscar un presente mejor
Y gasto mil promesas, me propongo millones, como si algo pagara el instante que ocupas en buscar solución a las crisis del mundo, a las crisis de casa, a las crisis que llueven los niños desnutridos sobre tu corazón
Quién repone los abrazos perdidos cuando no estoy en vos
¡Qué te amo! ¡Qué te amo! ¡Qué te amo! te grito desde este cráneo acústico, con la boca cerrada y una lágrima rueda desde el pálido rostro y una magia tristona te reenvía una flor... Noviembre está cansado... tu mirada ilumina... La dicha está tan cerca... florece alrededor...
La desnudez del sol hace que brille. Sobre tu piel se vuelca sin pedirme perdón.
Hay sobre el casco viejo de Til Til una musa. Está en celo, corteja la campiña y se vuelca; En emergencia inunda el estero donde fluye hecha savia para la población…
Y en silencio la invoco con la danza en las piernas. Con los dedos cargados de vocales y fusas cosecho la utopía de la revolución.
Es tan simple la vida cada vez que sonríes, parece que cerrara ciclo la creación, qué creciera en su vientre una era de dicha, a término pariera ansiada redención.
El sol es responsable de la luz que me brinda, del ciclo constante de frutos y semillas, de raíces y brotes, de la vida que asoma a gozar su calor, del sitio en que procrean mis musas patiperras; y yo acepto sus leyes y batido me entrego a ser el portador del virus de la vida que en ti: multiplicó...

14

Al llegar al Imperio beberás agua pura
y sentado a la sombra de un nogal centenario
verás como sus brazos te buscarán también,
verás las estocadas de luces penetrando la fronda
y la naturaleza desenvolviéndose

15

El correo decía: “Un viernes a las tres…”
y el mundo giró loco como en un remolino
que tragaba galaxias y vestía universo de nueva oscuridad.
Está de honda el negro sugería mi niño y tordo brillantito arrima al respaldo a deglutir polillas y se mueve nervioso de estar cerca de alguien que lo envidiaba a él.
Apenas si pasaron unas cuantas razones por la fuente en que el agua posesiona la sed y una carroza férrea agravia de chirridos al cuerno en el que abunda el misterioso ser
con las manos colmadas de los frutos camperos, con la expresión opípara de místico placer…
Como el sol de la playa, con las piernas abiertas, paren el horizonte las ninfas de Fidel y con la estrella guacha sobre el casco de mimbre escapa de los perros el perseguido Che Una barcaza boga su abandono en las olas donde hamaca las horas aguardando la red.

16

El Imperio del Sol tiene un portal enorme
hacia el que todos marchan,
por el que todos pasan, aunque pocos lo ven.
El Imperio del Sol es tan grande, tan bello,
que con el ojo abierto no alcanzas a entender,
a veces tu lo buscas, otras te busca él,
mas si cierras la urgencia y sientes la pasada,
quién sabe, tal vez puedas imaginar cómo es…

17

Se me quedó tu nombre prendido de la sangre
se me quedó encendido, me transformó en robot.
Desperté tantas noches en medio de tu nombre
como náufrago ardiente sobre la piel del sol…
Se me quedó tu nombre oculto tras mil nombres
Si cuando los nombraba aparecías vos.
Te llamabas Adriana, como un mar te abatías
con fantasmas oleando sobre mi corazón…
y yo que te buscaba, tenebroso maleante,
como otro forajido guarecido en la sombra,
fui masticando angustia con sabor a tu ausencia
salada como gota rodada hasta tu pie
y en la ruta del verso que va para otro lado
fui un papel sobre el viento
que mil veces voló…
No me ganó el olvido,
tal vez nos encontremos
con el tiempo en la espalda y la frente nevada…
Tal vez nos abracemos y en cómplice mirada
nos contemos que el mundo con tu ausencia
cambió
Y se puso nefasto y se llenó de inviernos
hasta que en otra esquina
su voz era tu voz…

18

Corrí entre las jarillas aquella tarde tibia
llevaba el sol de invierno por sobre el arenal
Las bardas prometían que el pueblo crecería
y las grandes represas: comenzar
El final del colegio y un trabajo seguro
los sueños postergados a mejor ocasión
Corrí porque el viento me lavaba la cara
y las chascas flotaban como quisiera yo
Entonces el amor era una llamarada
y el corazón golpeaba con su mazo precoz
El barrio ferroviario oculto en tamarindos
y por la ruta vieja chirria una jardinera.
El pueblo arremolina en la estación de tren.
La vida se desnuda en la sala de espera.
Esa secuencia extraña de recuerdos agita.
Dónde van los instantes cuando no están conmigo
Quién asfaltó mi huella por Neuquén empedrado
Por qué vinieron tantos. Sólo sobraba yo.
Voy trotando con la ausencia las filiales veredas
Una secuencia en sepia me lleva de la mano
La avenida está larga se pierde tras las bardas
El río está cambiado, los amigos cambiaron
Donde estuvo mi casa hay un supermercado,
donde fuera tu puerta y besara tus besos
ahora hay leve sendero y, parece, un sillón.
Al salto de la calle, la farmacia es la misma
No soy el mismo yo.
Y busco entre recuerdos, Colorina alada,
se me apaga en el pecho como un llanto la voz
Yo partí aquella tarde de mi Neuquén amado
caí en el laberinto del que busco salir.
Si pudiera encontrarme con el día de la madre,
con la novia que fuiste, con mi sucio jardín
Si pudiera soñarte entre añosos manzanos
y ver las alamedas, volvería a vivir…
Pero ceguera crece entre sombrío cemento,
con urgidas ciudades que partieron de mi
y vuelvo a las cavernas a descubrir tesoros
que me amparen de ti…
El Sol está llorando sus lágrimas aureadas
se desangra y se cae, tal vez vaya a morir…
¡Corramos Colorina!, la oscuridad nos gana
¡Pasea por mi sueño y volverá a latir!

19

Noveno B (9º B) (No ve no ve)
La ciudadana lleva en el vientre hijos
con la calma del cisne y el ojo del halcón
La ciudadana llora por los tantos ausentes
guarda luto y oculta el rostro tras un tul
La ciudadana asoma la piel a la ventana
Se oculta encandilado tras un arbusto el sol
La ciudadana moja en los labios menores
las huellas dactilares con un leve rubor
La ciudadana espera en un rincón, blindada,
tras esas cicatrices que sus restos unió
y recuerda silente que la vida está ausente
y seguirá esperando, le queda tiempo aún…
La ciudadana busca en el fondo de calles
por si le devolvieran lo que miró partir
y suspira en las tardes y tararea canciones
y tras la puerta oculta un paisaje de luna
un rito de tambores, unos discos de blues
Cuando llega el ocaso da mil explicaciones
por huellas que en la arena su pena dibujó…
La ciudadana tiene muchas habitaciones
donde guarda las cosas que el mercado olvidó
A diario las limpia por si le fueran útiles
pero ya no recuerda para que las guardó
La ciudadana es bella, tiene la espalda recta
lleva la frente alzada y se avergüenza el sol
La ciudadana tiene la delgadez exacta
y la altura perfecta
lleva paso seguro más le tiembla la voz…
La ciudadana fue declarada inocente
de ser la responsable del suicidio de dios
La ciudadana cuenta que alguna vez dijeron
las lenguas viperinas
que su caja tenía cautivo extraño ser
¡Qué nunca le hubo visto! ¡Qué no le conoció!
¡Qué, cómo se le ocurre que entre hilos y agujas
estuviera oculto semejante señor!
La ciudadana tiene la mirada cautiva
y en el fondo, celeste,
circula astro siniestro que al mediodía la ama
y en las noches alumbra por si regresara
desde el fondo del cuadro con sus pasos perdidos:
la vergüenza de dios…
La ciudadana tiene las paredes con fotos
de los niños con hambre. Son de todo color.
Tienen rostros de angustia, esqueletos con carne
unos ojos inmensos con interrogación…
Se preguntan los niños, para qué sirve el hambre
y mueren sin respuestas en las crisis de amor…
Con sus nombres pudiera tapizar dos planetas
con sus pies pequeñitos, oscurecer el sol…
¿Qué no te has dado cuenta?
¿Qué no se te ocurrió?
¡Qué se mueren los niños! ¡Que no tienen ni voz!
¡Qué en Zanjathan importa que en el norte un demonio
los amputó de dios!
Qué mientras tú craneas,
qué mientras tú discutes,
qué mientras tu divides, otro niño murió…

20

Por las venas del sol, arisca, rueda tu sangre sobre mis playas y encantado por la danza del fuego y el rigor de la belleza, caigo a la profundidad de la altura donde ingrávidos flotan los enamorados del imperio
Envuelto en los tules del tiempo estiro las manos para tocarte y comprendo la inmaterialidad de los cuerpos liberados a la dimensión intangible de la naturaleza.
Es un sueño celeste la inocencia. Consumado en latidos, estirados sobre el encantamiento, en el manzanar limitado por canales de riego, flanqueados de añosas alamedas, evades como genio desde su piel botella envuelta en el licor fragante que subleva la tarde
El pasto está mojado. Bajo tu piel salobre derramas, gimes, demandas a pájaros que tiritan en las ramas y se levantan gárgolas incendiarias a penetrarte el pecho…
Tus manos te recorren como cándidos deseos infantiles, demandantes, y el astro asoma lenguas doradas a embadurnar músculos de prodigiosa pasión
Entonces mis mordiscos invasores, sin piedad, derraman savia en el mantel y las ventanas se bambolean en medio de la brisa que agita el horizonte…
Amor, amor de sangre gruesa y encendido chocolate,
amor que ríes, amor que lates, mira:
el cielo no se excusa y aparece cuando riegas cantarina la risa a estremecer la tierra delirante…
Amor, amor del sol que trasladó el imperio del pecho a la muralla y lo hizo piedra ardiente, lanza…
Amor, amor de pala, martillo y ordenanza, te cuestiono las alas con que nacen tus besos y embarazan de alas las palabras.
Por las venas del sol, arisca, rueda tu sangre sobre las plantaciones; encantado por vertientes que saltan desde las uvas, en el cuartel ardiente y rojo del fundo, en el valle de Baco, busco distancia en el rincón del renunciamiento, en la espesura de mis oscuridades.
Ato un calzón a los tirantes que sostienen el astro al infinito, meto la testa, cuelgo del cuello, exhalo en el tugurio de los sueños…

21

Traficando palabras afrontaré los pueblos, todos los pueblos. Recorreré las plazas, columpiaré de las farolas. Saludaré abuelas que pasean niños encorreados y al diariero que vocea noticias parado sobre una banca verde, en Los Andes. Diré un poema sobre la cinta transportadora de equipajes en la aduana.
Requisarán mis libros en el puesto fronterizo porque solo está permitido por los perros, contrabandear drogas y palabras.
Flotaré sobre el viento sonda y llegaré al valle remoto donde el verde espera, preñado de manzanas y techumbres de tejas y ciudadanos ilustremente hambrientos...
Y otra vez el hambre en el léxico...
Mi compañera arruga la frente, malsupone no será hambre de ella y se equivoca...
Cabalgaré el caballo del libertador frente al municipio de Neuquén, masajearé al jinete el dedo acalambrado de tanto hacer cosquillas a la cordillera;
llegaré a la casa de la cultura de Plottier a ver cuanto avanzaron los proyectos literarios, la protección de los escritores, su pensión, las anestesiadas ediciones...

Cruzaré el puente por el placer de andar en cole con choferes poetas de la empresa Ko Ko, la Pehuenche
y volveré al Neuquén surcando recorridos de la Indalo
Levantaré la voz, seguramente, desde locos escenarios donde nadie me tiene programado, donde nadie espera selectivos venenos murmurados con sorna, pespunteados.
Pero, ante todo, cuando emprendo el trayecto miro atrás y te veo. Con los ojos inmensos, el asombro en los labios y el beso que raspa las neuronas,
te veo escudriñar el horizonte en busca de semillas que dibujen su elipse hasta el surco y me vuelo, me floto por ti sobre el último aliento de la primavera que desnuda, deshoja, desduenda la misera utopía del poeta...
Si me ves por las calles con las letras en ristre y los versos a cuestas pegando a los niños estrellas en la frente, devuelve a la tierra mis raíces.
No esperes que sin ellas regrese.
El mundo pasa ahora, el mañana es lisonja, la poesía es urgente. Suéltala, que el viento la lleve, lejos, qué vuelve
La vida es hoy, dice la compañera. Ojala esta sea la última partida. Qué persigues…
Te busco Amor, estás en todas partes y me llamas con cantos de sirenas. Sólo sigo tú música en las calles, el aire amarillo que envena el Imperio del Sol y me subleva.

22

Amor nervioso, calma. El instante es ahora. El instante preciso, el instante precioso. Sigo latiendo con tu nombre, no te vayas... espera. Disfruta... nada es mejor que el instante cuando pienso en ti. Y siempre pienso en ti. En ausencia, en presencia, pienso en ti. Qué importa. Pienso en ti y me se prisionero. Prisionero en la jaula de la libertad.
Te amo. No importa, pero te amo
Te sueño. No importa, pero te sueño
Llegará un ahora donde reine la paz. Llegará... Estoy seguro. Sería bueno, entonces, encontrarnos en la misma vereda, con el mismo sentido y dirección.
Qué nos encontremos, porque para encontrarnos está el mundo, para descubrirnos... para ser felices...
Disfruta, se puede. Vive, para eso estamos, para vivir.
Importa que no recuerdes ni mi nombre, que no llegue la limusina a la puerta, el servicio a la sala, a la mesa.
Porque estoy para servir es que te sirvo.
No vine a acumular cargas imposibles de transportar. Ligero de equipaje caminaré los surcos, vine a sembrar y siembro… Soy un trabajador, obrero del Imperio de Sol, el mundo donde reinas…
Yo te corono, sabes, te invisto de deberes y nobleza.
Tú me coronas, sabes, me pones el casco, los guantes, los bototos y das la directiva que ejecuto…
Bueno, mi majestad, talvez nunca más leas de amores de reinas con plebeyos. Me esconderé en el baño, en el ropero, a delirar con mi rosa y mi cordero…
Qué lindo fue soñar posible el mundo para todos
¡Qué mentira! Saber que todos
son siempre el mismo poco, ¡qué tristeza...!

23

La soledad abruma… Me cansan los mundos igualados donde los miembros permanecemos en observación.
En ese mundo dilapido el único tesoro de los hijos, el irrecuperable tiempo nuestro, bien ganancial escaso en El Imperio.
No volverá a pasar, a este poeta le quedan no más de un par de horas. Voy a matarlo con mis manos. Ellas saben como es aquello de apretar el cuello hasta que cruja.
Supongo tuvimos sueños parecidos. Nos encontramos en similar camino. Había sol y abrazos por doquier. El parque ardía los melones con vino. Bajo un toldo “dirigente de masas” ganaba una entrevista y perdía diez amigos. Había escenario donde destemplaban al Víctor, a la Viole, y puestos con absurdas chucherías donde sobraba el Che y faltaba claridad de consigna y los compañeros engañaban la alcoholhemia mientras ajusticiaban una causa perdida…
Está la izquierda, la ultra, la zurda izquierda coreando que el pueblo unido jamás será vencido, que el pueblo somos todos, que no a la exclusión, que es posible un mundo mejor, que el mercado, el sistema, que la revolución
Seguramente estás tú y yo porque voló la alfombra y se hizo nada el mundo, musicó el silencio y estalló sin reservas el amor…
Después llegó la historia a cobrar cuentas y el duende estaba muerto en el despacho y el pueblo a coro en profundo duelo cantaba alrededor…
Y sacaban cuentas en los repartos los malévolos pujando otra vez por el sillón.
¡Presumo me volveré de atar, amanerado, incomprensible, decadente!
¡Le retorcí el pescuezo con alevosa saña, premeditada, cruel, más inmediatamente: alineó el esqueleto, se irguió trabajoso, sonrió con ternura y liberó bocanada de versos en la arrugada cara de la noche del viernes!
Los monstruos del Imperio rompieron alambras y el lucero inventaba extrañas armonías
En la tiniebla un perro aúlla y suma la jauría, en el memorial manifiestan los ausentes y dentro mío restauras protecciones del Imperio Del Sol…

24

Fósforos…
Ay fósforo, mecha de las palabras. Encendida sangre, mar de simultáneos labios. Asimétrico seno supernumerario para insaciable apetito del pueblo.
Pasionaria visión. Encantamiento. Silencio. Esta es la noche en que el Venus se hace Olivo por impregnar de ti Santo Sudario.

El sol es abatido en retirada, llora la oscuridad destello de pupilas. De luto corazón guarda silencio. Aquí es vestido todo de oscuro riguroso. Arde candela que al fósforo matara.
Como tajo profundo hasta el centro neural de nuestra tierra la mano te trepana y me libera…

Primavera, pasión. Cantas en tu traje de Eva con el magma inundado el mar rojo…
Delicia, manzanar, la fruta a punto. Las naves evadidas tras los muros. Una guitarra vibra de inocencia. Se entrega corazón. Rinde sus huestes de músculo y urgencia…
Hay un aroma a madreselvas en la sala. Hay dos cuerpos fundidos en la arena. El barco en altamar buscando faro
enciende la ilusión, arde la tea…

25

Más allá del silencio juega la luna tras la alameda
El cielo esclarecido le desnuda los labios/
y una brisa de cosmos le aclara de infinito las pupilas/
Luna Lunera Leticia Estremecida, canta sobre el sendero/
de trasparencia el cuerpo claro por aromosa campiña flota/
Sobre la tierra pecho de ángel,
besa la costa de mil maneras/
nada tan simple, todo tan grato,
cuando desliza el campanil/
Cómo una hoja tiembla de luna sobre el rocío/
viene por mi/
Trae inocencia entre las manos, como el Quetzal/
es un relámpago multicolor que pasa y queda
sobre la arena que sabe a sal/
Es agua, sacia de claridades y de frescores/
Es redondeces universales y caudalosa, bajo el velamen/ Luna Lunera Leticia llega casi invisible, casi intangible/ cómo un aroma
que se atormenta sobre los muelles/
que se desliza,
que se florea/
que se adivina, se contonea/
Pero se aleja adolorida/
como agraviada de madrugada/
Tras de sus pasos, ritmo de urgencia,
fluye la noche al más allá…
Viene otro barco, manda un aviso lleno de trinos/
colma de luces el arrabal…/
Huye la noche a la espesura ante la aurora que la acuchilla
Leticia Luna cruza las dunas y las fronteras,
se va a las costas
a las montañas se va, se va, por un remanso
donde soñar.
Me ve de pronto sobre los riscos,
me envuelve en tules de claridad,/
me transparenta, me trasvasija,/
me vierte un hijo, luego, se va.
Se va tranquila, se va liviana,
se va intangible, se va, se va…

Tul de la noche besa mis labios el arenal
Como ventisca, manos de ola,
corre las nubes, quiere escapar/

Atraca balsa en playa austera donde el verano
recuesta el alba para mamá
Hace equilibrio sobre la espuma
una sortija para papá/
Sed de deseo cabalga tronco en horizonte./
Joya sinuosa florece espigas dentro de cuerpos territoriales
Conmoción de_aves y cantos llenan en la marea,/
Lleman las hembras las caracolas con tibio esperma/
Besos de espuma, labios de sal,/
cuerpos amantes vienen y van
Eres del templo la llama azul,
mar sol y brisa
ola y cosquilla
tierna virtud…
Hay conmociones en esta playa donde florecen/
bellas sirenas./
Leticia Luna duerme en mis brazos,/
quiebra el destino noche y amor/
y es roquerío, se hace poema,/
libra la escama, trasmuta a flor/
Luna Lunera Leticia llena/
con pequeñas manos baldes de arena/
camina puentes de los castillos que rompen olas y
tejen marea, implantan dioses entre los genios
de las botellas en las mareas./
Luna Lunera pequeña y nueva./
Luna Lunera crece que crece./
Luna Lunera cuando se llena
luego decrece y desaparece
mas siempre está…

26

Susurra el viento en el árbol y canta la creación
“Perdonen al Poeta la Poesía...”
Si, muchos trabajan de otra cosa para convivir con la más bella. Seguramente no es porque ella tiene carísimos gustos o caprichos, más bien porque se arrulla en los misterios, porque se desnuda de desnudez y va desnuda,
o porque el portador padece las culpas de los tantos enfermos envirados...
Vaya a saber porque duele esta mensajería de dudoso origen y sin destino conocido, vaya a saber porque murieron tantos soñadores de inanición, en el olvido,
(el peor hambre es el mejor olvido)
De mi puedo dar cuenta, de las listas negras en que me sumen palabras que parecen ajenas,
de la pesada carga de hacer camino de poeta propiedad del pueblo, sin patrón ni cadena,
puedo dar cuenta de la incomprensión social, de la ausencia de amigos, de las carencias de los hijos,
de la lucha de la compañera por sostenerme erguido...
Ganaría más monedas repintando las murallas del diario del pueblo, haciendo artículos para algún periódico
adaptado a la línea editorial, como profe, mecánico dental, senador, concejal... Me doctoré en las calles paleando la miseria del sistema,
denunciando sabios, empresarios corruptos, funcionarios y me llené de agravios los bolsillos.

Pero miro de frente y nadie sabe cuánto vale la limpia autoridad de la palabra, de la mirada clara, del clamor de la sangre que demanda justicia.
Justicia para todos es, también compromiso y orgullo de poeta.
Seguro vienen comisiones a simular para la prensa, a poner cara para foto de tapa...
Qué mierda el mundo ¡Puta! digo… mientras, muere otro bate en cruel olvido.
Y qué hicimos por él…
Adiós Amigo, te devoró la tarde
Me pregunta la viuda que hacer con esos sacos de manuscritos, con los kilos de sueños que guarda tu ropero,
con la pipa que no encendiste por la tos y esa camisa apolillada de esperar te nombren actor de la memoria, gestor cultural.
Decoremos con papel higiénico los concejos municipales, el congreso…
Es preciso, de justicia total, asuma la sociedad sus metafóricos. Ellos son hambre, dolor, alarma sangrando
voz de pueblo…
Cuando se acaban las razones y no dan pie con bola los cientistas y se quedan mudos lenguaraces mal nombrados políticos, tira cuatro fonemas un poeta,
se hace la luz y se adivinan los caminos…

27

Fue en el preciso instante. Disparé sin mirar.
Estaba ahí, con ninguna razón, sin un motivo.
Estaba ahí mirando mis disparos con sus ojos de niño
Cazaba mariposas de colores por el parque y de paso
entretenía mirando los límites del amor entre las jóvenes
El parque, como siempre, reverdecido de exabruptos sexuales. No cabe un alfiler entre los cuerpos de los amantes. Precisos los jadeos al ritmo del maestro
que con batuta de bronce cursa rígido la jornada en monumento.
Rio sarcástico tras el primer disparo, que lo cazó
con mocos largos y manos enmugradas de sexo
Tomo el caramelo entre los dientes y disparé
a quemarropa.
Me hizo un guiño y me saco la lengua y corrió hasta la fuente y se lavó la frente y se pasó la humedad por el cuello y se comió la noche y al día siguiente
apareció flotando en el Mapocho con los ojos abiertos de insolencia.
Las moscas bucean en sus ropas y gaviotas murmuran oraciones.
Fue allí que apunté el último disparo, estaba quieto, el sol le destellaba entre los dientes y llegaban los pacos con misteriosos procederes a levantar otro cuerpo este domingo de fotos bajo el puente que corre sobre los ciudadanos

28

Se deja cortar la respiración por cuchillas filosas
Sobre mi mano tiemblan las hojas de las suyas
Apenas hueso, piel, paso quejoso e inestable.
La muerte agazapada tras el cerco de tablas insoladas
Todo duele, la delgadez extrema resquebraja,
lamento de ancestros cabizbajos regresan de la sala
La tele encendida gobierna un basural de horas
con gesto adusto y corazón inmensamente solo
Las horas yacen pálidas sobre tembladeral ingobernable de huesos envenados de grises, silencios la desviven con calma sobre el vasto atardecer preñado de ausencias y presagios
Alguien tensó el vacío sobre el cuerpo acosado de demora
Alguien trajo unas flores hurtadas del jardín del vecino
Alguien trajo el café y las sillas donde llora la tarde la partida.
El hilo de la noche, desértico y curvado, trajo cantores con guitarra y unas muecas ansiosas donde brillan oscuras dentaduras.
Sobre las pupilas calientes trazan signos fugaces nuestros párpados
Un concierto brutal regresa como eco vencido de lenguaje,
un concierto brutal de antiguas voces, con colores ambiguos y música indecisa,

Desolaciones me lloran por el vientre apretado sobre el filo de espadas. Los hombros están quietos y ella mira el techo desde su boca abierta, como un pique al corazón mineral del yacimiento.
Las caderas combadas por recia acometida de tristeza simulan recientes embarazos de lágrimas vencidas…

La noche sepulta la inocente burbuja, el cuerpo, oscuro y triste, quieto, espera en el desordenado lecho

Me sumerjo en el llanto plomizo como un beso sobre el rostro sinuoso del silencio…
La Chela está dormida, quiere una rosa roja y un vaso de aguardiente p’al estribo, quiere dos benditos, un rosario, que la recordemos con cariño…
La Chela está partiendo las sonrisas, se va lejos,
hace un pozo donde esconderse del olvido…

29

El corazón lerdo y la sangre espesa
Duele tras los ojos el llanto que no cesa
La risa es de alquitrán y una columna
de hierro grueso y cemento sostiene lúgubre sonrisa,
Se opacaron los pájaros, tú sabes...
Qué podría contarte si la ausencia endurece el rigor de la distancia, si pesa el aire y esa mano que aprieta con todo rigor me atragantó un poema de bueyes en la cuesta...

Qué lloren nuestros hijos, es fecha
de decir te quiero a la tía Chela...
Qué la lloren ahora y se contenten,
ella partió en silencio
con el dolor secreto y unos versos
de flores libraron cantos de adiós y le dieron
agüita p´al camino...

Se fue en silencio, cuidadosamente,
preparó una sonrisa para todos los niños
y se apagó solita como un astro
en medio de los ecos de un bendito...

30

Tan, tan lejos tú
y tan cerca la tristeza
Cómo apoyar tus pasos, cómo
estirar mis brazos y cubrirte
Cómo encuencar tus lágrimas mis manos
cómo librarte amor de tanta pena

Van mis latidos raudos por la carretera
Abre tu pecho, aguarda,
Llegará mi corazón en cópula certera
y una espada de luz será tu escudo
No sufras que me duele tu tristeza
La muerte se enfrió ante tus ojos,
recuerda, es la vida que progresa...
Es tan lejos allá... tan lejos
el pueblo donde esperan nuestros hijos
mi llegada.
Es tan lejos el beso que quedó en la aduana detenido
Es tan lejos al este de la cama nuestro amante vacío
Es tan lejos amor el hasta pronto
que amputa su sierra el infinito
Es tan lejos el mate sin destino y la pava
hirviendo soledad en la cocina...
Es tan lejos amor esta distancia, ausencia dura,
esta expertiz que agobia de oprobio la tristeza
Es tan lejos amor el no alcanzarte,
el despertar con la boca ansiosa y,
humillada de ausencia la destreza.
Es tan lejos el niño en la ventana,
mirando desde dentro de un sueño
de abuelos que partieron las calles
con carros cargados de maderas y bueyes
que arrastran abrazos más allá de los andes,
los cóndores,
con coplas campesinas y vigüelas
entre restos rescatados del terror
oscuro de violencia...
Amor de la distancia yo te invoco
desde el alto mirador del universo:
¡Sálvame!
del mañana sin tu nombre en los labios,
del despertar sin ti,
del desayuno solo y el sueño distante de tu cuerpo!
Amor de la distancia pon tu almácigo
en el profundo labio de la tierra que cela
¡Qué vibre como un hijo que me encuentra,
hecho de arcilla y agua,
persiguiendo tus manos alfareras,
tu melena de trigo remeciendo la tarde
tus cántaros marrones de frescos resplandores…
con las venas henchidas de pudores
e infartada la boca de quimeras!

31

Mujer de mis delirios
del todo compartido
Mujer que antes del juntos, del unidos
Mujer de interminables excursiones al nocturno
Mujer, ¡cuánto te extraño y cuánto más
te necesito...!
Mujer te busco en mis bolsillos,
bajo la camisa,
dentro de la boca del camino

Mujer amada,¡tanto amada!
que cortas la razón con tus cuchillos
Mujer, mujer que tras el Ande labras
más huellas y más hijos y más y más
poemas como vicio:

Mujer rodó una lágrima y la sangre
gritó tu nombre con sus desatinos
Y el eco fue en el viento a tu ventana
y el universo, hizo silencio y se regó en tu vientre
todo, todo, todo lo infinito..

32

Seré escudo para niños e inocentes
Alguien atacó las torres, produjo la crisis financiera
y ahora cobra derechos exterminando a mis hermanos...
¿Dónde están los ejércitos de paz que defienden la vida?
¿Para qué se unieron las naciones?
¿Para ponerse al servicio de Sanjatan?
Quiero Una Flor para la sonrisa de los niños,
no para las tumbas...
Basta de Sangre derramada a nombre de la Paz
Basta de Explotación, esclavitud, hambre
Basta de esperanza, fe y gratitud que generan dependencia
Nadie puede nombrarse administrador de nuestra felicidad
A ser felices llegamos al planeta y a cuidarlo...
Si no es ahora, ¿cuándo cumpliremos la misión?
Por oscuro que se muestre el horizonte, aparece una luz,
en alguna rendija al costado del camino.
La eternidad es hoy y esta la ruta del amor...

33

No se si sería un sueño
De lunes a viernes, Dios me tiene de vecino. Dice que soy insoportable. Debe estar celoso. Creerá que amenazo su reinado. Pero no.
No me interesa gobernar la secta donde convive con los bendecidos que asesinaron su hijo después de perseguirlo, detenerlo, torturarlo, asesinarlo, desaparecerlo.
O querrá conquistarme y someterme a su dominio.
Pero no. Prefiero ser tu súbdito sábado y domingo, cuando dejas la pega y te dedicas a reponer energías para volver el lunes, renovada, al yugo de la dependencia.
El dice que es dios y que podría pero no debe.
Me parece que en realidad no puede aunque querría y es pura propaganda como muchos que ahora desfilan por mi memoria.
Estamos en plena crisis tras el derrumbe del sistema hipotecario yanqui bajo el poder judío y no puedo dejar de sonreír, muy a pesar del conocimiento de lo mucho que sufriremos los desposeídos, para seguir siendo esclavos del sistema…
Es que nos buscamos las tumbas a medida y las pagamos anticipado.
Bueno, ahora nos tienen que sepultar.
Cuánto hace que salimos de la última crisis… Ni me acuerdo, percibo que siempre cabalgamos el mismo percherón que arrastra el mismo carro para donde el patrón manda. Y éste Dios ¿será el que dirige al bruto o sólo un mandadero del representante?
Bueno, bendiciones mamita, me voy a dormir. Cuando me esté masturbando, con el esperma sobrante voy a pintar un pasacalle que diga
“Dios, hijo de puta, dónde mierda te escondiste”,
en una de esas se pica y se acuerda de darme una manito porque de los enemigos, no tengo noticias, ¿O será que no tengo enemigos? Bueno dios, ahí no postules, porque a veces parece que me estás cagando la existencia…
Ves, mejor no me incorpores a ese mundo para que esté dentro de ti, ¡soy un mal negocio! ¡Tengo un olor a pata! ¡y sudo como chivo! ¡no te convengo! Cómo será que tu socio, el Satanás se aburrió de perseguirme y desistió porque no uso desodorante ni me baño y él se lleva sólo a los que usan perfumes de marca, autos bacanes, minas despampanantes…

34

La Foto:
Ella trae en los ojos el mar de la mañana,
con la calma del niño se esmera por vivir.
Sus perlas me sonríen, el corazón se inquieta
boga la balsa boga conquistando el confín...
Sobre las esperanzas las aves se cortejan
Las Calandrias ensayan su rutina feliz
En ternura me invade tibia brisa lejana
meciéndose en ebrias barcazas de Brasil...
... Un vacío en la guata, la boca ensalivada,
las manos con hormigas, esta antigua inquietud...
Ella trae en los ojos el mar de la mañana
preñado de destellos de fresca juventud
Enarbola banderas en mi indefensa playa
delira el universo los navíos de luz...

35

Nunca demasiado lejos,
San Juan en mis entrañas;
¡en mi sangre San Juan nunca tan lejos!...
De los vuelos doy cuenta cuando sueño
y de los sueños me rindo mientras vuelo...
Nunca tan lejos San Juan ¡Ay Paraíso!
San Juan de las hogueras, Puerto Rico...

36

Regálate un impulso y déjate llevar.
De sus cadenas se hamacan los planetas…
No necesitan alas las hadas, les alcanza
el territorio intangible del deseo de soñar
Regala cariño el envoltorio de tus manos.
Entrégalo a la piel.
Deposito la carga de besos, de alma y de alas
sin duendes y sin hadas
en la piel de tu piel
en ansias que tiritan universo
Es cósmico desearte…
Hay ansias que estremecen, tiemblan, barren
los sistemas de soles.
Desplaneto las órbitas y floto
en él
en ti
en mí
Nosotros el imperio sin rejas sin arados.
Nosotros un botín de guerra ciudadano,
con la cara alambrada y el sexo tumefacto…
En él
En ti
En mí
Nosotros como botín de guerra:
Imperio sin arados.
El sitio florecido.
El mismo rey sin reina, reino, paje, mensajero, ejercito, ni ley.
Una vez no hubo ley, el mundo fue
Perfecto Paraíso.
Pero conocí la traición.
Legislaron para justificarnos,
olvidando la ley natural que se tatuó al aliento,
esa que no se escribe.
Fue cuando mutamos a traidores traicionados.
Somos el agujero oscuro del silencio que espera
la resurrección de la idea inmortal,
el grito que por despertarte se suicida

37

Temporero: trabajador de temporada. La temporada es el tiempo de tarea, (recolección, siembra, preparación) un atajo del sistema para liberar al patrón del pago de beneficios como la continuidad laboral, aportes, vacaciones, indemnización por despido.
En Chile, los temporeros hacen todas las "pegas" agrarias, en los fundos. Los fundos son grandes extensiones territoriales. Los terratenientes, nuevos ricos o antigua aristocracia, las fraccionan en “parcelas” que arriendan a contratistas. Estos “toman” personal que siembra, planta, pone el predio en producción...
El cien por ciento del producto agrario puesto en el mercado nacional o extranjero por Chile pasa por manos de trabajadores golondrina, esforzados, que se mantienen en las periferias del sistema generando flujos importantes de dinero.
A pesar de esto, los trabajadores de temporada somos, desde todo punto de vista, parte principal de la esclavitud del nuevo tiempo.
Muchos son permanentes en el sistema y convocados a cada cambio de tarea por contratistas o administradores; otros, nuevos, llegan a la tarea “por mientras” y se quedan por “contar moneas” cada fin de semana.
Muchos llegan desde otras comunas, algunos menores, otros extranjeros, algunos con papeles manchados “al agüaite” con la esperanza de la merecida oportunidad, otros, indocumentados, sólo persiguen la subsistencia.
Es un campo fértil para la explotación del hombre por el hombre, la evasión impositiva y la esclavitud moderna.
El rock de la temporera lo escribí a mi compañera, Cecilia. Trabajábamos en las viñas de Bauzá entonces, antes en el Fundo Campanario y La Olla.
La contemplaba con la admiración y respeto de hoy, cuando está al nacer nuestra quinta hija. También hay allí, en la boca del narrador, otra mujer cuyo nombre ignoro y él llamó “La Chepa”.
Ahí mezcló imágenes de ambas con otras de las mujeres que cortaban uva vinera, aceituna, tuna, juntaban ciruelas del piso, nueces, cosechaban durazno, manzana o sólo empacaban para exportación.
Los trabajadores pasan de una parcela a otra, de un contratista a otro, cambian frecuentemente de tarea y patrón.
De ese medio rescato palabras y contadas. Ayer un trabajador comentaba a viva voz con otro lo que le pasó al "Camión Chocado" Imaginé la cara del hombre, apretada tras un vidrio, pero por la adversidad...
Hoy nuestra bebé se llama Alma Candela Libertaria porque Lunita Del Alma no tuvo aceptación y esta vez, el nombre es homenaje y consigna para la madre y la niña.
Tuvimos una ecografía esta mañana, todo está normal, late fuerte y claro, en la 25 semana pesa 730 y mide 34. Yo, más, me siento enanchecido. ¡Más ancho! y anclado en Nosedonde.
Nosedonde, debe ser un sitio en el aire porque de tanto en tanto me recorren brisas de estremecimientos por ternura y una creciente ansiedad me dispara con precisión al centro del desequilibrio...
Me rechazaron la solicitud de residencia definitiva en Chile porque no demuestro ingresos y tengo malos antecedentes. Soy mal ejemplo para las juventudes del país. No se porque se me vienen los ilustres Fujimori y Paul Scheffer. Lástima que descubran ahora, después de catorce años mi distancia con los arquetipos.
A cambio de la residencia definitiva, que otorga derechos civiles, ofrecen residencia provisoria por un año… llevo tantos en esta bicicleta, no quiero más. Claro que, también permiten presente recurso de reconsideración pero no hay más ganas, el trámite llevó 14 meses indocumentado, con las consecuencias laborales y sociales implícitas. La nueva instancia del trámite demora 6 meses, o años vaya a saber.
La indefensión es agobiante. Es extraño esperar un hijo, palanquear una familia con cuatro en edad escolar básica y media y pedir a mi mujer que firme una declaración en que asegure al estado, del que formo parte, que ella me mantiene mientras dura mi estada en el país… Es decir que, no formo parte.
Bueno, no fabulo, ¡reconozco que Mi Mujer me sostiene, soporta y mantiene en todos lados! Es chilena, como todos nuestros hijos, pero yo, no tengo derecho a permanecer definitivamente en el país... ¿Será la falta de credibilidad del oficio de poeta, la tarea de escritor, el afán de decidor? ¿Será la volatilidad de la palabra que se destroza contra los vítricos muros de La Moneda o esta consigna de libro sin impuestos, de cultura para todos, de americanos por América? ¿Será por la redistribución de la riqueza, la democracia de verdad, el pueblo unido, la igualdad, la verdad y la justicia que me ponen una cuña en la familia?

06 de febrero del 2006

38

En el centro del lecho, grato y tibio,
arrullo el despertar de los coros de pájaros,
en medio de cerros de agrado del hermoso Tiltil.
Es domingo, descansa la legión de inquietudes.
Los árboles inmensos disimulan la casa
bajo sombras que delatan la llegada de Dios.
Los labios de La Luna le recorren el vientre,
Candela Libertaria,
se revuelve en latidos de ternura y pasión.
En silencio la admiro
mientras llega a destino del nocturno plateado
como planta al jardín,
cuatro flores abiertas de infinitos colores
y botón por abrir colmado de ilusión…
¿Cómo puedo decirle que este amor crece y crece,
qué no cabe en el pecho tanta ardiente pasión?
¿Cómo puedo contarle que respiro su aire,
que amanezco su sangre, que me aplaco su voz?
¿Cómo puedo decirle que me aferro a sus labios,
que sumerjo en sus ojos y me vuelo sin rumbo
y descubro encendido de dicha
el Imperio Del Sol?

39

“Como jinetes del tiempo llegan
sobre oleajes de sangre
los asesinos del despertar”

Entonces era un niño cuestionador, radiante de ilusión en medio de la naturaleza. A media mañana, cuando el sol tibio del invierno asomaba entre los colgantes de hielo del techo de ramas y tierra de la pieza de adobe, atrasito, apurado por la luz amarilla que se dispersa en pequeños arcoiris tras los colgantes gélidos, se aparecía el bisabuelo, “El Viejo Busto”, tras el toscano para hacerme toser.
Decía que hacía bien al reuma infeccioso toser y pisar escarchas nocturnas del invierno patagónico. Y en pelotas, “El Güevas”, con las patitas temblonas, salía a pisar diamantes que mutaban a semillas y dibujaban en la mañana la elipse de la vida.
Entonces arremangaba la bombacha bataraza, mascullaba unos garabatos y echaba al campo al Viejo Julio para contar historias de la guerra aquella, cuando los terribles bárbaros en briosos corceles con sables curvos chorreando sangre aparecían tras las lomas cortando cabezas a diestra y siniestra, tras alaridos que enrojecen de pánico el cielo de la España Calí…
Me fue antipática la guerra como los españoles. Entonces lloraba de miedo a ser un rengo, de frío y por los sabañones que reventaban por la mala circulación. Sabía que luego me paraban sobre un hormiguero rebosante de embravecidas hormigas coloradas que revolvían con saña o tal vez con amor… No se…
Se me afantasman los héroes en sus monumentos cuando pienso en las guerras. La guerra es guerra cuando un hermano mata a otro. No como la vez que le dí el peñascazo en medio de la espalda al gringo porque el boludo grandote me robó los patitos a la siesta cuando todos dormían. Pobrecito, escapó y en el apuro perdió los pantalones, cayó y se levantó para seguir huyendo, en pelotas, entre los manzanos. Chorros de lágrimas le saltaban de los ojos. Pobrecito, digo cada vez que se repite ese grito desesperado socavando mi neurona inteligente en medio de las noches de fiebre. Al gringo, que era suizo, le decían Valtuli y medía como dos metros de tontera y descoordinación y pa las patas pálidas ataban como tres alpargatas una después de otra. Pobrecito, ¿se habrá llamado Walter?
La piedra sin aviso le dolió, tal vez me haya dolido más. Las situaciones en proceso son imposibles de evaluar, aún cuando son incidentes primitivos, escaramuzas, más aún cuando son una guerra… porque mientras más importa a unos y otros el ganador, más juegan los sentimientos, las tendenciosas manipulaciones informativas, la absoluta carencia de perspectiva que implica estar sobre el acontecimiento.
La guerra es un negocio, la guerra tiene objetivos, no es una disputa por la filiación política, el credo, por el club de los amores o por el último clásico… Es una cuestión de poder. Ahora es un negocio la GUERRA, el clásico, el encuentro y el desencuentro… y en ese negocio cada parte juega a víctima o victimario según la conveniencia del momento aún cuando los prodigiosos relatos ya no convencen a nadie, pero, como decían algunos “siempre dejan resaca”
Ahora que rememoramos los crematorios y sus múltiples facetas, relegamos las orejas aborígenes cortadas por cinco chelines o cabelleras que enriquecieron a tantos asesinos.
Nada, pasado legitima las acciones de guerra emprendidas entre hermanos, ¡porque somos hermanos! ¡Todos somos hermanos!
Hoy los nietos de abuelos cremados fabrican más guetos más eficientes. Terrible, un espanto que sea así.
Siempre encontraremos nuevas o restauraremos excusas para acumular cadáveres a nombre del dinero, el negocio, la connivencia, hasta que nos toque ser uno más de la pila de acusados de ensangrentar las calles, de inocencia, como los hermanos palestinos de hoy, víctimas permanentes de un libro llamado biblia y una cadena llamada fe, que se transformó en mall eclesial y justifica su existencia en el plagio de antigua historia ejipcia con leves variaciones y el voraz apetito de poder, igual que los judíos, pero hermanos, igual que los demás, pero hermanos…
¡Cambalache! en este mundo traidor nada es verdad ni mentira todo es según el color del cristal con que se mira.
¿De qué color es la sangre tras anteojos oscuros? ¿y la vida? Hay una larga fila de hermanos observando, buscan razones que justifiquen acciones homicidas emprendidas contra la humanidad, por sus patrones… Unos se paran a la izquierda, otros al centro, otros a la derecha, pero son los mismos asesinos que proceden sin razón ni conciencia, simplemente, a matar.
A veces me gana la tristeza, me oprime la incredulidad mientras se matan los hermanos… mientras me matan los hermanos…
Para que exista una guerra hace falta, al menos, uno que muera. La guerra es guerra cuando un hermano mata a otro. Se me afantasman los héroes en sus monumentos cuando pienso en las guerras y multiplico la urgente necesidad de bajar del mundo a instalar una nueva sociedad.

08 de febrero del 2009

40

Amigos:
Pasó en el fresco de la madrugada, sin restos de noche de jolgorio. Temprano para un domingo abrí el correo atiborrado. Desde allí llamó la buena nueva, al fin, definitivamente, éramos mayoría.
La injusticia era otra vez por todos repudiada. Por todos. Todos.
El sol amagaba un día feliz y desde la multicancha los vecinos miraban con ternura y estiraban las manos abiertas a enemigos transformados en arrepentidos hijos devueltos al redil.
Algo extraordinario sucedía. Se elevaba el silencio desde paupérrimas viviendas como coro de verdad y misterio,
cual si todos los pájaros trenzaran en dorado concierto,
obreros que avanzaban a corazón abierto. Rozaban, con magia contagiosa, a pobladores que, con manos unidas cual invencible ejército de ojos y de bocas, de músculos y huesos, avanzaba con un himno a la vida, por los cerros.
Sucedió esta mañana. La violencia,
desbanderada, vencida e ignorada, dejó de ser noticia.
El amor era cántaro de sueños que se unían.
Los poetas no lanzaban más piedras incendiarias
y las conciencias no ardían de vergüenza.
Convencidos los niños de los pueblos recónditos
constituyeron e instalaron por siempre la utopía.
Se compañeros, mi cordura está en entredicho en estos días. Hay quienes dicen que deliro.
Encuentro, razonan con acierto. Pero, les aseguro, en esta madrugada sucedió.
El pueblo, todo, todo el pueblo innumerable, miraba a opresores y victimarios.
Sólo los miraba, con los ojos limpios, con la mirada pura que suele tener el sabio pueblo
cuando unido, pone las cosas en su sitio.

41

Qué nunca más la sangre de los niños se derrame a nombre de la paz.
Ya basta de penurias y dolores, ya basta de dioses y miseria, ya basta de falso y verdadero…
Uno sólo es el padre, todos somos hermanos…
Suficiente de muertos sin razón en la tierra.
Basta de morir por matar y matar por vivir.
Ya basta del que mata, basten los muertos de la vida. Están de más los muertos en las guerras,
religiosas, políticas, económicas. ¡Ya basta!…

42

Al partir iba a cambiar el mundo. ¿Qué podría cambiar? Apenas encaré el camino me pregunté si estaría suficientemente maduro para el intento. Cuándo es tiempo de cambiar el mundo ¿Mañana? ¿Qué es el mundo? ¿Cambiar el mundo es cambiar todo? ¿O sólo un poco?
¿Existe el mundo que pretendo cambiar? Y yo, ¿existo?
Si el mundo pasa sin dar bola debe ser que no existo,
no estoy, no importo. ¿Se puede cambiar el mundo siendo poco, pesando menos que “un saco de cabritas”?
Pretendo cada instante, cada centímetro recorrido sea verdadera aventura de la laboriosa existencia y oportunidad para cambiar algo de mí.
Uno no tarda en percibir que, para que el mundo cambie, debe cambiar primero. Pero quién soy, por qué debo cambiar, qué tan imperioso es cambiar. No lo se. Ni lo quiero saber. Sólo pretendo adivinar que soy el otro, el conviviente de mi mismo.
Nos preparamos para ser lo que decimos, lo más parecido posible a lo que debemos. Nos preparamos para sobrevivir a cada rato al asco que nos damos; nos preparamos para perfumar, teñir, maquillarn, para oler a desodorito antes que a mierda cotidiana… y la ciudad con su vorágine nos observa, estática, como a una hormiga más del agujero.
Mi ciudad huele a la quema que desarrolla en las tomas tentáculos y sudores viscosos donde surgen las casas de telas, plásticos, palos y transforman, a cachetazos noveles constructores de nidos en expertos del ladrillo y el cemento.
Mi pequeña ciudad se estratifica periférica. Concentra en el núcleo, camuflados, políticos mafiosos, traficantes y otras calañas mal paridas por el sistema en ejercicio.
En mi ciudad del sur del mundo los malos se adueñaron de los ríos, las escuelas, los pozos de petróleo y la piel de los niños que cruzan infartados el presente.
La ciudad se llenó de racistas foráneos servidos por escasos nativos con orejas, los pocos que las conservaron fingiéndose europeos.
No todo está perdido. En las rutas florecen los piquetes y en las plazas y radios se renuevan llamados a la acción.
Amo el paisaje que desaparece. La único intacto, que perdura, es la voz ahumada de neumáticos de mi amigo tanguero, “El Jetonazo Leo Castillo”, lo demás es comparsa, patético carnaval de la infamia.
Cuando me cruzó el rostro el cachetazo aquel, y el pecho me dolió como nunca, mi amigo el intachable había partido apenas después de aparecer en una calle del pueblo
a recordarme que lo que no te mata te fortalece.
Recuerdo con nostalgia al Juan Bragil.
Ciudad desarraigada, Ciudad en escusado miserable.
Políticos mafiosos, deportistas de moda, intelectuales con cerebros de silicona, caca farandulera, putas de raza, con estirpe. Bajo el ardiente sol compactan el estrechado núcleo social que es prioritario empacar al vacío, exportar a distantes galaxias.
En torno a ellos la multitud de esclavos cantan loas y reclinan sus testas sojuzgadas, en sus nombres matan y si es necesario mueren. Cada instante, un epitafio para el mármol. Historia de exclusión y sumisión eternizada. Ciudad cortina, criolla, disfrazada de inversión y progreso. El arte es una excusa, el pensamiento, la tétrica fachada del crimen ordenado.
De algún modo invasivo aprendí que imaginar la felicidad es arduo, desgarrante y desagradable. Ciudad conchuda que me une, más allá de la angustia y el espanto, a huellas que me arraigan a la historia…
Me pierdo al trotecito entre las bardas pensando en las casas de la infancia, los árboles, las crecidas del río, las implacables tormentas de verano…
Te conviertes en un atroz desierto, cuando abandonan los sueños en fosas clandestinas las nuevas generaciones cuyos recuerdos aspiro, lentamente.

43

Pequeña que zambulles en el centro del día,
pequeña gladiadora que en medio de la arena das batalla: Pequeña tú, sales al ruedo, cemento y edificios,
sin mar, sin playa,
ciudad de turistas de dólares armados
de carros policiales y sirenas
Tú sales con el miedo crujiendo en las retinas,
oteando angustias que abundan las veredas.
Cargas un vientre henchido de esperanza y un corazón
curtido de ansiedad…
Vine a cantar tu nombre como niño en los campos
en busca del duende que despertó el trigal…
Tus ojos me contaron de la primer mañana
que se libró del mar.
Tus labios trasnochados sobre el meridiano
buscaron en vía láctea la reina del panal…
Tu risa fue el crepúsculo subiendo hecho metáfora,
apoyo por apoyo, la ansiada libertad…
Yo le cuento a tus senos, bocado por bocado
las místicas cruzadas en busca de deidad…
Entonces soy ofrenda para la boca ardiente
que me deshace en letras del pecado vital…
Agradezco al destino me premie con tantos pedacitos de sol, porque haciendo camino, voy más lento y más sabio entendiendo tu voz…

44

Comparto del camino, ardiente desvarío.
Acompaña el ritmo de mis pasos la sombra de la amada,
persistente.

Me muerden como lobos las miradas ansiosas
en la profunda agrestidad de los desiertos.
Descubren en mis dentelladas los rituales salvajes,
encuentran bebo fresca el agua de su boca
que dejo en las cacerolas, a punto, los manjares
y gira un ritmo nuevo con la savia loca

Intuyen entono palabra como suave
pincelada indulgente que volará en sus manos
con humilde aleteo.
Orillo del camino de su sexo
cuando armado de cansancio peregrino
recorro la inexplorada orilla de su encanto

Las jóvenes amparan tras velos sus miradas
cuando escuchan sus pechos desbocados
restallar como una mano ardiente
mi nombre estrafalario

Discípulo tenaz de mi doctrina
esconderé el rostro cuando delatora
la urgente llamarada la persiga
armada con la espada vengadora

Me quedaré guardando mi tristeza,
alzando cual bandera las lágrimas al aire
Abrigaré los pérfidos diamantes
alrededor del cuello de todos los planetas
las perlas cotidianas que tejieron collares
cuando el sol se mutile ante fatal belleza

A mi no me perturban las cautelas
ni la mezquina usurpación que ejerce
desde el pedestal de su decencia
la mundana hembra ni la casta alegre
Desnúdanse ante mí las hembras puras
las mujeres virtuosas y las castas
las que tienen cimbreantes las cinturas
y las urgidas que mojan las palabras…

09 de febrero del 2009

Biobibliografía

Rubén Boronat (Neuquén/ Argentina, 1950). En tránsito por Chile desde el 94, emprende “Con Alas de Papel” íntima complicidad con la palabra, emoción, compromiso social. Es convocado a espectáculos masivos donde la defensa de derechos humanos, la verdad, la justicia, la igualdad se transforman en bandera de lucha. Siguen “Segundo Vuelo”, “Astillas del mismo palo” (con Natalia Boronat), “Memorias de Guerra”, “PolitiKK”, “Polígono de Tiro”, “Te recuerdo Víctor”, “Atrévete” (con Dilcia Mendoza), “Perfumes de Alcoba”, “Sinfonía de Amor”, “Cacha la Cuestión”. Dice con estilo juglar contemporáneo. Autor del proyecto “Desde el país de los poetas” patrocinado por el Gobierno de Chile a través del Ministerio de Educación, entregó hasta diciembre del 2004, 5.000.000 y declamó 200.000 poemas en la locomoción colectiva de Santiago. Invitado a fiestas nacionales, internacionales de teatro y poesía, Fiestas de la Cultura Popular, Carnavales Culturales, Festival de la Memoria, Cabildos Culturales, etc..., propicia todas las instancias para intentar comunicarse con destinatarios de sus mensajes razón que le permitió el privilegio de conocer por dentro los calabozos de las comisarías de Santiago del Nuevo Extremo, Chile.

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